18 noviembre, 2010

La prueba final...

Doce estudiantes estaban a punto de ser ordenados sacerdotes. Su prueba final consistía en que una bella y exuberante mujer desnuda debía hacerles un baile mientras ellos, también desnudos, tendrían una campana atada al pene. Naturalmente, en caso de excitarse, la campana sonaría haciéndolos reprobar la prueba.

Los doce aspirantes se colocaron en una línea y uno por uno fueron sometidos a los movimientos pecaminosos de la fémina. Todos pasaron la prueba excepto el último, que al roce de su cuerpo con el de aquella belleza inmediatamente hizo que la campana retumbara y cayera al suelo.

Apenado, el último sacerdote se inclinó a recoger su campana...y en ese momento sonaron las otras 11.

Así fue...

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