#aguantarseuntweetesmasdificilqueunpedo

Como habrán notado algunos de mis conocid@s, desde que asistí a aquel seminario de comunicación digital de la AMIPCI tengo una nueva adicción: Twitter. 

Y como todas mis aventuras en la vida, decidí que si iba a entrar al mundo twittero lo iba a hacer bien; así que lo primero fue conseguir una buena aplicación que me permitiera administrar no sólo Twitter, sino también Facebook y otras redes sociales a las que soy asiduo de repente, así que comencé el ejercicio y en vez de recurrir a Google, decidí dejarlo a consideración de los twitteros.  

El ganador fue HootSuite una contribución de mi amigo @CarlosBuenfil (si, las personas ya tienen hipervínculos en vez de nombres). Es una aplicación bastante interesante y te permite hacer muchas cosas cuando eres todo un inexperto. 

En fin, acto seguido comencé a twittear cosas básicas cómo "Camino a la escuela" o "Saliendo de examen" y sin darme cuenta mis tweets fueron poniéndose interesantes.  Ahora, cada cosa que sucedia en mi día se convertía en un twitt necesario que en ocasiones dejaba pasar.

Entonces comencé a leer y me sorprendió el poder de un hashtag...si... esas cosas que aparecen con un # antes y sin espacios.  Recuerdo la primera vez que recibí un RT -ReTweet- que es cuando a alguien le gusta lo que escribiste y lo comparte a sus seguidores. Fue como un pequeño orgasmo twittero.

El problema fue cuando recibí mi Blackberry con internet ilimitado. Ahora cómo dice mi amiga @butterpks .... #todolopiensoenhashtag !!!! 

Lo que finalmente me motivó a redactar este chicle es lo que me sucedió en mi primer día de clases: Traía yo una diarrea de miedo. De esas que te da cosa aventarte un pedazo de tu ser pues se te puede salir con premio. Y cuando lo sentí venir, naturalmente pensé en ir al baño, pero mi cerebro dijo: "Calma Jorge, puedes controlar un pedillo sin necesidad de salir..."

Tranquilo continué con la clase hasta que un twitt llegó a mi mente. Cómo todos los que he posteado últimamente tomé mi blackberry y escribí mis 140 caracteres, pero ¡oh sorpresa! Dentro de mi salón de clases no había señal de Telcel (sí, es territorio libre y soberano)
Mi twitt permanecía dentro de mi BB... ahí...atorado como....como...como...¡Si! Cómo el pedo que me aguanté durante 10 mins. Sin embargo la desesperación llegó a mí y tuve que salir del salón para poder dejarlo salir...¿El pedo?...NOT... ¡¡¡El Tweet!!!

Efectivamente, regresé al salón con el mismo retortijón pero con mi idea libre y feliz en el cyberespacio.