Me gustan las mañanas

Porque huelen a fresca vida floreciendo entre la hierba y tocan mi ventana para que las reciba con las fosas nasales abiertas.  Sin nadie más en casa, me despierto aún tratando de discernir entre mi último sueño y el ruido de la podadora mientras enciendo mi computadora (claro, para ponerme al día de lo que sucedió entre las 3 y las 11 am.) ¿Que haré de desayunar? Así como en el antro, lo mismo da un plato de Zucaritas que unos hot cakes con cajeta y lechera o chilaquiles que sobraron el fin...lo interesante es  poder llevarlos a la cama.

El letargo que me provoca el colchón se prolonga un par de horas hasta que el ocio me invita a encender la televisión y observar por unos momentos la programación  tan lamentable que tenemos en T.V. abierta. ¿En serio pagan miles de pesos por hacer eso? En todo caso, creo que escogí bien mi carrera.  Sin embargo, decido dar pasó a unos cuantos partidos de FIFA10 antes de meterme a bañar y prepararme para mi día.

Saliéndome de bañar se antoja poner música, en ocasiones hasta retomar la guitarra y cantar así de Snoopy. Cuando menos me doy cuenta, ya son diez para la una y yo no estoy listo para salir. Mi cama para variar se quedará destendida y mi ropa de ayer -y antier- se esconderá bajo la cama para no provocar la iracunda llamada de mi madre al llegar a mi casa y ver mi pequeño tsunami de cuarto.  La computadora se ha quedado sin pila y no la podré usar cuando realmente sea indispensable durante el día.

Me gustan las mañanas porque no tienen la carga emocional que las tardes o las noches. Somos un lienzo fresco que está por ser manchado por la cotidianidad de la ciudad y adornado por los detalles maravillosos que de vez en cuando nos brinda la vida.

A veces, prolongo mis mañanas más allá de las 4 de la tarde. Soy tal vez un gran adicto a ellas. Un prófugo de las llamadas a las 8am que piensan que tu también tienes una miserable rutina de ejercicios y una agenda que comienza desde que el gallo canta.

No señores. A mi me gustan las mañanas... y por eso sólo me ocupo en disfrutarlas.